Capitulo III, Organizado


Capitulo III

Plantificación

Sebastian es un hombre ejemplar. 

Sale a correr todos los días, tiene trabajo estable y todo organizado.
Martes cine, miércoles cena, jueves paseo. Lo tiene todo controlado. 

Sebastian lleva ocho años con una mujer. Ella es hermosa, y le aconseja en todo. Le dice
que ropa le sienta bien. Y le dice que amigos son los mejores. 

Hacen el amor una noche, a veces dos. Cenan con los padres de ella o de el, todo va bien, aunque da igual, porque todo son sonrisas y se llevan de puta madre, es decir maravillosamente. Sebastian es un hombre ejemplar.

Pero Sebastian no sabe lo que es conocer ni manosear a una puta, o tirar
a un amigo a una fuente a las siete de la mañana para celebrar que ha ganado su equipo de fútbol. nunca le ha sido infiel a una polola, y ni pensar en mirar para el lado.

Sebastian es de esos hombres que no tiene ni idea, de que se hacer si no tiene novia. Seba no se imagina la vida si no es al lado de su amada polola.

Demasiado estructurado, demasiada plantificación no hace bien, menos en relaciones.
Recemos porque no llegue un día su amada polola y le diga “Sebastian, amor, ¿te acuerdas de mi amigo Andrés, el que se fue a EEUU a hacer un MBA de los misterios de la piscola en el universo?... Verás, nos estamos acostando hace 3 meses, y la verdad es que quiero terminar, te dejo, te abandono, pero seguimos siendo amigos... verdad?”.


Si eso pasa, Sebastian se desbarata, olvida todo. Y de rencor o dolor pasaría a ser, el nuevo amigo de Rodrigo… algo así como un clon, y ya saben como es Rodrigo es mucho webeo y minas.
 

Porque Sebastian lo tiene todo, pero no lo sabe. Y Rodrigo tampoco es que se
lo vaya a recordar.

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