1.- En tu cama tapada por completo, con un pie que asoma fuera de la cama y la cabeza debajo de la almohada. Abres un ojo, y sumida en un mar de malestares generales y el dolor corporal y psicológico que implica pararte de allí para ir al baño. Cuando logras reaccionar del todo, comienzas a abrir los ojos de poco, recuerdas la serie de acontecimientos que te confinaron al actual estado, y en una mezcla de vergüenza, arrepentimiento, pena y dolor vuelves a hundirte bajo la almohada esperando que nadie te descubra en tu escondite y nadie nunca jamas recuerde el completo ridículo que hiciste.
2.- Acostada en tu cama despiertas poco a poco, sintiéndote dolorida, pero normal, comienzas a mirar el techo de tu pieza mientras despiertas, y súbitamente recuerdas de golpe todo lo de la noche anterior. Y como el despertar de una pesadilla, te sientas de golpe, pierdes el aire de la impresión, llevas las manos a la cabeza, porque repentinamente aparecieron todos los síntomas cañeriferos, y sientes que es mejor no salir de la cama ese día. Efectivamente no era pesadilla, era real.
También podemos tener diferentes tipos de caña moral. una de ellas es esa que te da porque sufriste un apagón de tele y no te acuerdas de absolutamente nada. No sabes a quién le diste el jugo de tu vida, ni qué cosas dijiste a esa mina que te cae pésimo pero que curiosamente eran amiguis al final de la noche, y cuando te empiezan a contar las ridiculeces que hiciste, como bailar "danza árabe" arriba de una mesa, en vez de reírte, te empieza a dar una vergüenza enorme, onda tragame tierra. Y no quieres que nunca más, aunque hayan pasado años, alguien te lo recuerde.
Como esa caña moral porque estuviste coqueteando con otro mino, debido a que el alcohol te liberó las feromonas y tu eras la mujer mas sensual y estupenda de toda la noche (con el maquillaje corrido y despeinada de tanto baile exótico), cuando tu pololo estaba estudiando en su casa. O en el caso de ser soltera, porque te fuiste a la casa de un mino X; y... en el peor de los casos, despertaste a su lado y sin ropa! Descubriendo que no estaba en tus registros y que claramente no era tan atractivo como recordabas. Estas situaciones siempre nos llevan a decir, NO TOMO NUNCA MAS, o en su defecto (como digo yo), no voy a volver a tomar TANTO. Al final, sigues igual que siempre, tratando de no descuadrarte como la última vez, y no hacer de ti misma una burla caminante. Hay que medirse chiquillas.... al final de cuentas, la caña moral es casi tan reincidente como un EX… o no??
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